Edouard Pictet

En 1841, cuando Edouard Pictet-Prevost¹ se hizo socio del banco De Candolle, Turrettini & Cie, que se había creado en 18052, se añadió a la sociedad el nombre de Pictet, que ha seguido formando parte de su denominación social hasta hoy. El banco se estableció mientras Francia se anexionaba Ginebra, situándose su fundación en plena reestructuración del sector financiero ginebrino, tras las grandes quiebras que se produjeron a finales del siglo XVIII, derivadas de las
consecuencias económicas de la Revolución francesa. 

A lo largo del siglo XIX, los socios de Pictet solían sucederse de padre a hijo en el Consejo de Socios, dejando su impronta en la empresa: un cierto rigor que se dice es un legado del calvinismo³, junto con una gestión prudente y discreta de sus asuntos, y una considerable apertura al mundo en lo relativo a inversiones financieras.

No obstante, este tipo de gestión no se da solo en Pictet: forma parte de una tradición común a la banca privada en Ginebra. Aunque esté atravesando un período de profunda transformación, la banca privada ginebrina ha experimentado una sorprendente continuidad en cuanto a formas jurídicas, tipos de actividad y normas de conducta a lo largo de los siglos.

Fue en la segunda mitad del siglo XVII cuando los ginebrinos empezaron a ganar dinero con el comercio, las divisas y astutas inversiones: era la época de los "banqueros mercantes". Esta tendencia se aceleró en el siglo XVIII, cuando Ginebra se convirtió en un importante centro de cambio de divisas; con el tiempo, la situación evolucionó hasta la creación de lo que se conocería como la "haute banque", o un grupo selecto de bancos privados gestionados por familias. A partir de ese momento, se describió a estos banqueros como "privados" porque actuaban por cuenta propia, solos o con socios que casi siempre eran familiares cercanos, constituyéndose como sociedades en comandita⁴. Comerciantes en su inicio, fueron especializándose en operaciones de inversión de capital: comprando, vendiendo y custodiando los títulos de sus clientes, y asesorando a aquellos que querían poner su patrimonio a trabajar⁵. Desde el principio, se pusieron al servicio de una clientela restringida y fiable. Sus relaciones comerciales constituyeron una red amplia, compleja, basada en gran parte en la comunidad hugonote internacional, que crearon y nutrieron los hugonotes franceses que huían a otros países en un movimiento conocido como el "Refuge". El historiador Herbert Lüthy definió el sistema bancario ginebrino del siglo XVIII como la "banca hugonote por excelencia"⁶.

Los Pictet pertenecen al pequeño número de familias ginebrinas conocidas como "primordiales", lo que significa que
adquirieron el droit de bourgeoisie [categoría oficial de los miembros de la burguesía] antes de la Reforma⁷; junto con las familias francesas e italianas descendientes de refugiados protestantes, forman lo que se conoce comúnmente como la "clase patricia" de Ginebra⁸. Hasta la revolución radical de 1846, la élite burguesa constituyó una verdadera aristocracia republicana, que inicialmente tenía poder político, más que económico, y que ejercía autoridad moral sobre la ciudad después de la Reforma, al desempeñar funciones académicas y pastorales junto a una serie de funciones de carácter jurídico. De hecho, en la Ginebra de los siglos XVI y XVII, impregnada, como lo estaba, de los ideales calvinistas y con fortunas todavía no demasiado grandes, "la riqueza era mucho menos importante que el apellido"⁹. Cada vez se volvería más difícil que nuevas familias se incorporaran a la clase patricia, que actuaba como una oligarquía, alimentando las tensiones políticas dentro de la pequeña República. A partir del siglo XVIII, fue esta élite burguesa la que se lanzó a las actividades bancarias y financieras que le reportarían una gran prosperidad económica, aunque también algún que otro revés. Aunque la clase patricia perdió algo de su poder político en la revolución de 1846 encabezada por James Fazy (no siendo así para los Pictet), su poder financiero se mantuvo más o menos intacto¹⁰.

Naturalmente, cada individuo y cada familia tuvieron un destino especial del que no es posible extraer generalizaciones sistemáticas. No obstante, desde muchos puntos de vista históricos, sociológicos y religiosos, los Pictet pueden considerarse representativos de la clase patricia que tuvo una clara influencia en la historia política y económica de Ginebra. En este sentido, es interesante considerar las vocaciones económicas de sus miembros. Por lo tanto, en este artículo examinaremos la participación de la familia Pictet en ciertas actividades comerciales y bancarias, y posteriormente en el desarrollo del banco Pictet en el siglo XIX¹¹. A fin de presentar a la familia con más detalle, primero haremos un recorrido rápido por su historia, historiografía y genealogía. Analizaremos después a sus comerciantes y banqueros del siglo XVIII, tratando de situarlos en su contexto histórico. Esta sección se basa principalmente en la obra de Lüthy sobre la
banca protestante¹². A continuación, estudiaremos el período desde 1841 hasta 1926, durante el cual el banco estuvo gestionado casi exclusivamente por miembros de la familia. Tras los años de crisis y guerra al comienzo del siglo XX, el creciente tamaño del negocio exigió un enfoque cada vez más colegiado, que minimizara el lado individual y familiar de su gestión¹³. Para estas secciones, revisamos los archivos del grupo Pictet relativos al siglo XIX y complementamos nuestra investigación analizando los archivos familiares cuando lo consideramos pertinente.

Jean-Daniel Candaux comienza su "Histoire de la famille Pictet", publicada en 1974, con la siguiente frase:

"La historia de la familia Pictet merecía ser escrita porque forma parte integrante de la historia de Ginebra, hasta tal punto que a veces se funde con ella."¹⁴

De hecho, aunque actualmente el apellido Pictet parece estar relacionado principalmente con miembros del grupo bancario epónimo, el vínculo entre Ginebra y los Pictet fue político en sus inicios. Desde la elección de Ami Pictet en 1575 hasta la revolución ginebrina de 1792, aparte de dos cortos intervalos (1607-1616 y 1768-1775), el Petit Conseil¹⁵ de la antigua República siempre incluiría al menos a un miembro de la familia¹⁶

Las revoluciones no impidieron que los Pictet asumieran esta función. A lo largo de los siglos XIX y XX, se presentaron a cargos políticos a nivel municipal, cantonal y federal.

Este compromiso con los asuntos públicos de la ciudad lo ejemplificó Charles Pictet de Rochemont (1755-1824), quien negoció la expansión del territorio de Ginebra en los Congresos de París, Viena y Turín, con el fin de que Ginebra fuera admitida en la Confederación Suiza, y quien redactó la declaración efectuada por las potencias reunidas en el segundo Congreso de París (1815) en el que se reconoció la neutralidad permanente de Suiza¹⁷. Sin embargo, esta vena política, que había sido tan pronunciada desde el siglo XVI, parece haberse extinguido en la actualidad.