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Tony Beltramelli - Utilizar la IA como disruptor en el diseño de productos digitales
Desde muy joven, Tony Beltramelli, nacido cerca de la frontera entre Francia y Suiza, estuvo convencido de que su futuro profesional iría ligado al diseño. «Siempre me ha fascinado tomar algo minúsculo, una simple idea, y convertirlo en realidad. Así que daba por hecho que acabaría trabajando como diseñador, o como creativo», explica. Sin embargo, eso fue antes de que descubriera la programación y la ciencia informática. «Me di cuenta de todo lo que uno puede lograr escribiendo líneas de código».
A día de hoy, Tony es uno de los fundadores y CEO de Uizard, una start-up que se describe a sí misma como la primera herramienta del mundo impulsada por IA para el diseño de apps, sitios web e interfaces de usuario (UI). «En estos últimos diez años, todas las empresas han integrado el software en su actividad», afirma Tony, explicando el hueco de negocio que se propuso cubrir con Uizard. «Por ejemplo, los bancos necesitan crear software para interactuar con sus clientes. El problema es que los seres humanos solo aceptamos usar software si es sencillo de manejar y agradable a la vista. Así que el diseño se convirtió verdaderamente en el cuello de botella para crear buen software». Mediante aprendizaje automático, Uizard permite a los usuarios generar maquetas a partir de instrucciones de texto, escanear pantallas de apps y sitios web y crear prototipos clicables, lo que en la práctica equivale a poner las habilidades fundamentales para el diseño de UI al alcance de cualquier profano en la materia.
Dentro de la comunidad inversora y empresaria, la inteligencia artificial generativa se ha convertido en uno de los temas más candentes de 2023, por lo que no sorprende que una empresa de IA dé el salto al campo del diseño. Pero no podemos olvidar que Tony lleva estudiando aprendizaje automático desde hace una década y posee un grado de conocimiento más avanzado que la mayoría. Tras descubrir su pasión por la programación, Tony se trasladó a Dinamarca para estudiar un Máster en Tecnología de la Información en la IT University de Copenhague. Como parte de este programa, pasó un semestre en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, donde tomó un curso de machine learning. «Me dejó sin palabras», recuerda. Por supuesto, él ya era un convencido de la capacidad de la informática para ayudar a la gente a construir productos atractivos. «Pero con el aprendizaje automático llegabas aún más lejos: en lugar de programar una computadora para que hiciera algo, podías simplemente suministrarle datos y la máquina se las arreglaba sola para escribir el programa. Parecía casi ciencia ficción. Pensé: ‘esto es lo que quiero hacer ahora’».
Si bien aquella fue la chispa que encendió su interés por el aprendizaje automático, el germen de lo que más tarde se convertiría en Uizard se había plantado años atrás. Mientras cursaba su licenciatura, Tony trabajó a tiempo parcial como desarrollador web, aunque el proceso de desarrollo de la época le frustraba por su lentitud y aparatosidad. «Las cosas no habían cambiado mucho desde los inicios de Internet en los años 80», rememora. «Algunas cabezas pensaban ideas que transformaban en píxeles, y luego otras cabezas transformaban esos píxeles en código, y todo ello se hacía ‘a mano’. Era como para volverse loco». Cuando hubo finalizado su Máster, Tony entró a trabajar a tiempo completo como científico de datos y a experimentar con las últimas tecnologías de IA . Aprovechando sus ratos libres y los fines de semana, construyó una herramienta llamada pix2code, que automatizaba partes del proceso de desarrollo, utilizando aprendizaje automático para generar código a partir de una simple captura de imagen creada por un diseñador. Fue el embrión de lo que con el tiempo se convertiría en Uizard.
El principal reto al que se enfrentó Tony en 2017 cuando empezó a construir Uizard es que la IA aplicada al diseño era aún, en gran medida, territorio inexplorado. «Ni siquiera existía el término de IA generativa; no había ningún OpenAI que pudieras usar», recuerda. «Así que tuvimos que crear toda la tecnología desde cero: un trabajo de pico y pala de análisis, I+D y por último construir el producto básico». Pero no importaba; él y su entusiasta equipo estaban dispuestos a dedicarle el tiempo y el esfuerzo que hiciera falta.
Por suerte, y a diferencia de otras épocas, una de las mayores ventajas de crear una empresa entre mediados y finales de la década de los 2010 es que la financiación por entonces era muy abundante. En mayo de 2018, Uizard captó 800.000 USD de capital pre-semilla, en una ronda dirigida por la firma neoyorquina LDV Capital. «En lo que trabajábamos por entonces era en el análisis y el producto», explica Tony. «Lo recaudado se destinó a contratar personal y a computación en la nube, porque salía caro entrenar modelos de aprendizaje automático a escala». Desde entonces, la empresa ha captado financiación en otras dos ocasiones: una ronda semilla de 2,8 millones de USD en 2019 y una ronda Serie A de 15 millones de USD en 2021 –la primera de ellas, para escalar el equipo y afinar el producto; y la segunda, para salir al mercado, hacer márketing y seguir reforzando el equipo.
La empresa no ha dejado de crecer durante los últimos cinco años, pero Tony y sus tres co-fundadores (Henrik Haugbølle, Ioannis Sintos y Florian van Schreven) no han perdido la cabeza y a diferencia de lo ocurrido en el sector de la tecnología, han desoído las invitaciones a la expansión. «Hoy en día somos 50 personas», señala Tony. «Nos gusta mantener la organización pequeña y eficiente. Lo que hemos observado estos últimos 18 meses de coyuntura macroeconómica es que ha habido un sobredimensionamiento de las plantillas en las empresas». El enfoque de Uizard ha sido incorporar nuevos colaboradores solo «cuando necesitábamos nuevo ADN », por utilizar sus palabras. Sin embargo, como siempre, se trata de sopesar lo positivo y lo negativo. En 2023, uno de los principales retos que afronta la empresa de cara al futuro es el escalado. «A día de hoy existe una gran demanda en torno al producto, pero seguimos siendo un equipo pequeño», dice Tony. «Es un interesante dilema entre la prisa por escalar y la pausa para saber cuánto tiempo más se mantendrá este crecimiento acelerado. Se trata de encontrar un equilibrio».
Ambición mezclada con precaución: un enfoque que podríamos calificar de típicamente europeo. Después de todo, la empresa sigue teniendo su sede en Copenhague, donde Tony cursó su Máster y donde estableció el negocio. Como un resorte, señala que otras muchas conocidas empresas de tecnología se implantaron en la capital danesa —Unity Technologies y Zendesk, por nombrar solo a dos de ellas— pero quizá sea revelador que ambas tengan ahora su sede principal en San Francisco. ¿Se plantea Uizard mudarse algún día a Silicon Valley? «Paso una cantidad de tiempo considerable en EE.UU ., pero Copenhague sigue siendo el lugar donde Uizard se siente en casa. Por ahora», apostilla Tony. Con todo, más de la mitad de los ingresos de Uizard se generan en EE.UU ., por lo que «en un futuro no muy lejano» ve factible formar un equipo comercial en este país.
Es fácil de entender que el escalado sea el principal reto que identifica Tony. La inteligencia artificial ha monopolizado la atención mediática y de los inversores durante 2023, y nada apunta a que esa tendencia vaya a ir a menos. Para Uizard, esto ha supuesto un fantástico «empujón», dice Tony. «Llevamos abogando por el uso de la IA en el diseño desde que salimos al mercado en 2021, así que cuando la gente empezó a interesarse en el tema y ver si podía resultarles útil, nosotros ya teníamos el contenido, ya teníamos el producto». Esto ha ayudado a la empresa a no dejarse ofuscar por el ruido y desmarcarse de la competencia, a la que sacan unos cuantos años de ventaja en términos de I+D y testeo de producto.
Pese al impulso derivado de que la IA esté en boca de todos ahora mismo, Tony confía en las tendencias a largo plazo que subyacen al negocio de Uizard. «En última instancia, el diseño no va a desaparecer», dice. «Nos importa el diseño de la app que utilizamos cada día, el diseño del sitio web que usamos a diario. Y nosotros queremos estar a la vanguardia en lo que respecta a ayudar a las empresas a vender mejores productos y, en definitiva, a atender mejor a sus clientes. Somos bastante optimistas sobre el hecho de que el futuro del diseño pasa por la IA ».